Variación sobre una historia oída en la radio.
Había decidido que iba a hacer su última representación, que aquello no tenía sentido.
La idea de hacer una representación ante niños de zonas en guerra es muy bonita pero cuando te vas ellos siguen sufriendo, siguen pasando hambre, vuelven a sentir que han perdido a sus padres algunos, otros a sus hermanos, amigos ...
Además cerraría un ciclo, hace quince años también actuó aquí, en Líbano, las cosas eran aún más duras que ahora, la guerra era salvaje, muchos de aquellos niños que le vieron entonces ni siquiera estarán ya entre nosotros.
Las emociones le embargaban pese al desencanto, pero el era un profesional y se sobrepuso, realizo su última función en un campo de refugiados y se fue a vestir de persona dobló con rabia su ropa de payaso y cuando se iba a marchar entró una mujer con una niña en brazos.
Le dijo que estuvo viéndole hace quince años cuando tenía 7, ahora tenía 22 y era madre, le dijo que su actuación era el recuerdo más feliz de su infancia, entonces estaba sola, separada de su madre y sin padre, muerto en la guerra.
Le dijo que guardaba como un tesoro aquel regalo que e dio aquel día, él, sorprendido, le dijo que la organización no daba regalos, que nunca habían tenido dinero para poder hacerlo, pero ella insistió,mira, lo tengo aquí mismo.
Al abrir la mano, lo vio, vio el confetí que llevaba toda la vida usando,no pudo evitar las lagrimas y le abrazo.
En ese momento se dio cuenta que aquella no había sido su última función y que era lo mejor que podía ser....
UN PAYASO