Y,de repente,un día pasa.
Los dos hermanos se dan cuenta que no están solos
y se miran,se ríen,se tocan y pasean cogidos de la mano.
Y claro,a todo esto,
a su aitatxo,
se le cae la lagrimilla.
Por fín se va acabando el invierno.Al fondo ya se intuye la primavera.Solete,paseitos y ...cervecitas en las terrazas.
Algunos días el trabajo que dan se multiplica por dos.
Todos los días las alegría las multiplican por mil