Pues nada, un día,
dando un paseo por el monte,
nos encontramos
unos humanoides metálicos
y les propusimos un reto,
¿a qué no sois capaces
de pasar la piedrecita
de un lado al otro del puente?,
Allí que fueron,
al cuarto intento nos aburrimos
y nos marchamos,
por cierto, la foto es la en La ruta del ferro
en el valle de Aran.